Llega septiembre y decidimos incorporarnos de nuevo a Lowgym para trabajar el cuerpo y perder esos kilos de más a la vez que tonificamos los músculos. Este es el propósito que muchas personas se hacen a la vuelta del verano, pero no todo es tan sencillo como parece. Te explicamos cuales son los errores más susceptibles de cometer y cómo remediarlos.
- No calentar. La mayoría de la gente se salta esta parte del entrenamiento, no considerando necesario hacer un adecuado calentamiento antes del ejercicio. La solución puede ser, al empezar el primer ejercicio dejar una o dos series con menos peso del que luego usarás, o comenzar a un ritmo más pausado si se trata de un ejercicio cardiovascular.
- No preguntar a los monitores. Una de las causas más frecuentes de las lesiones es equivocarse de peso, de postura, o no consultar las dudas con el profesional del gimnasio… ¡Lo mejor es preguntarles!
- No elegir el horario adecuado. Ahora en septiembre suele haber bastante gente en las salas tras los excesos veraniegos, algo que siempre se regula a las pocas semanas. Está claro que el mejor horario es la mañana, luego justo el de después de comer y el más demandado el de tarde, sobre todo el tramo desde las 18:00h hasta las 21:00h.
- No alimentarse bien antes y después del ejercicio. Igual de importante es llenar el depósito de energía antes de venir a Lowgym, como reponer lo gastado al terminar. De esta manera harás tus ejercicios en condiciones perfectas y te recuperarás más rápido.
- Descansar demasiado entre las series. Si te pasas de tiempo entre ejercicios, tus músculos se enfrían y al volver a realizar la serie podrías sufrir una lesión. Descansar es necesario, pero controla los tiempos.
- Usar suplementos sin recomendación experta. Como su nombre indica, los suplementos ayudan a completar lo que no se puede conseguir con la comida, pero quien los toma sin ayuda de un especialista está poniendo en riesgo su salud.
- No dejar las cosas en su sitio. Terminas de hacer bíceps con las pesas de 8 kilos y las dejas allí tiradas en el suelo, vas al mancuernero a por las de 10 kg para hacer pecho y… ¿dónde están? Probablemente el que haya ido delante haya hecho lo mismo que tú.
- Seguir siempre la misma rutina. ¿Crees que te has estancado? Puede ser verdad. Nuestro cuerpo tiende a buscar un estado de comodidad, por eso para no malacostumbrarlo lo ideal es que cambies los ejercicios cada uno o dos meses.
- Pasarnos con las clases colectivas. Entrenar demasiado tiempo es sinónimo de fatiga, agotamiento y dificultades a la hora de recuperar, consiguiendo todo lo contrario, entorpecer al organismo para que pueda avanzar en su rendimiento. Justo después de hacer un esfuerzo notable, el cuerpo lo que necesita es descansar. Hacer dos o más clases colectivas el mismo día y una detrás de otra es uno de los excesos que más se suelen cometer de forma habitual.
- Y para terminar… ¡No te vayas sin estirar! Los estiramientos posteriores al entrenamiento resultan imprescindibles para prevenir lesiones y te ayudarán para que al día siguiente aparezcan menos agujetas.
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- 26 agosto, 2014